La Economía Azul, Llave Para La Recuperación Sostenible En El Caribe
El océano cubre más de las tres cuartas partes de la superficie terrestre y desempeña un papel fundamental en la vida de muchas especies, incluida la humana.
Las actividades marinas y costeras aportan al sustento de millones de personas en todo el mundo. En Latinoamérica y el Caribe son particularmente importantes pues casi todos los países que la conforman tienen costas oceánicas notables. El 27% de la población habita en dichas áreas y más de 2.5 millones de personas trabajan directamente en la pesca o en la acuicultura, lo que significa uno de los factores principales de contribución económica global.
Su importancia es innegable. En este contexto, la necesidad de promover un uso sostenible de los recursos marinos y costeros como estrategia para impulsar el crecimiento de las naciones y preservar su capital natural, se hace cada vez más palpable.
La “Economía Azul” es una de las alternativas que permite atender dichas necesidades, pues busca proteger los servicios eco-sistémicos derivados de los activos marinos y costeros, así como abordar algunos de los desafíos clave de las economías de los países ribereños como el alto desempleo, la inseguridad alimentaria y la pobreza, entre otros.
Este enfoque promueve la autosuficiencia de los estados que dependen de los recursos oceánicos para el sustento de sus pobladores y el sostenimiento de las tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto.
En los tiempos modernos, es una oportunidad para diversificar y desarrollar nuevos sectores económicos, tales como la maricultura, la producción de energía renovable basada en las olas y en la energía eólica, la biotecnología marina, la explotación sostenible de recursos naturales no renovables como la minería de los fondos marinos y/o aguas profundas, la desalinización de agua, las soluciones basadas en la naturaleza y el secuestro de carbono.
Se han realizado interesantes estudios para valorar económicamente los ecosistemas de arrecifes en la región mesoamericana a partir de los bienes y servicios que estos brindan. Los resultados demostraron que es posible recaudar grandes cantidades de dinero para la protección de los mismos.
Además, se concluyó que las actividades de restauración de arrecifes deben ampliarse masivamente, así como llevar a cabo un monitoreo científico adaptativo y una estrecha colaboración con la comunidad local.
En Sadhucreemos firmemente que la protección de los océanos es un factor clave para el desarrollo de la economía moderna. Si se incorpora una “visión azul” fomentando la sustentabilidad en los procesos de crecimiento turístico, estaremos gozando de las bendiciones de la naturaleza, junto a un mayor aprovechamiento energético y estructural.